148. Mordejai Kaplan: el judaísmo es más que una religión, es una civilización.

Mordejai Kaplan (1881-1983) nació en Lituania. Sus padres, Rabi Israel y Haya Kaplan le dieron una educación tradicional judía. En 1889 la familia emigró a Estados Unidos y se estableció en Nueva York. Estudió en escuelas públicas, se graduó del City College of New York, después se ordenó como rabino en el Jewish Theological Seminary (JTS) y recibió el grado de maestría en Columbia University. Fue contratado como rabino asociado en Kehillath Jeshurun, una sinagoga ortodoxa en Nueva York donde estuvo hasta 1909, cuando renuncia y Salomon Schechter lo nombra director del Instituto para Maestros del JTS y posteriormente profesor de homilética (preparar y dar sermones), midrash y filosofía de la religión. Duró 54 años como maestro en el JTS y en esos años, prácticamente todos los estudiantes para rabino fueron sus alumnos.

Él y su familia continuaron practicando el judaísmo de una forma tradicional, aunque con el tiempo, Kaplan empezó a desilusionarse de la ortodoxia y a interesarse en enfoques no ortodoxos del judaísmo. Promovió el concepto del centro comunitario (Jewish Comunity Center, JCC), que tendría una sinagoga, pero que también sería un centro de estudio, de desarrollo del arte y hasta de los deportes.En 1922, cuando su hija mayor cumplió doce años, Kaplan la dejó decir la bendición al iniciar la lectura de la Torá, (le dio una “aliya”), con lo que fue la primera batmitzvá de una mujer, una ceremonia que ahora es algo común.

En 1935 escribió “Judaísmo como civilización”, su obra más importante. En ella planteaba la necesidad de reconstruir el judaísmo. Decía que a pesar de la dispersión geográfica del pueblo judío y de las diferencias culturales, nos unía una civilización religiosa común, junto con una historia común. Kaplan decía que el judaísmo no era simplemente una religión, o una forma de conducta y de creencia o un pueblo. Era todo eso y más. Era una civilización que incluía lenguaje, historia, instituciones, creencias, prácticas, artes, literatura, ética, símbolos, costumbres, lazos con una tierra y una religión que le daba estructura a todo y que evoluciona con el tiempo.

Rechazaba varios conceptos clásicos del judaísmo tradicional, como el de ser el pueblo elegido, el concepto del mesías como un ser humano y el de la resurrección de los muertos en la época mesiánica. En 1945 Kaplan publica un libro de rezos, un sidur, donde elimina las referencias a estos conceptos que él rechazaba. Como respuesta, un grupo de rabinos ortodoxos reunidos en una sesión formal, lo excomulgaron y quemaron su sidur.

Kaplan estudió ciencias sociales, especialmente a William James, Emil Durkheim y a John Dewey y sus trabajos en el campo de la sicología, la sociología y la filosofía aplicadas a la religión. Se dio cuenta que prácticamente casi todas las religiones tenían características similares, por ejemplo, un gran profeta y un libro sagrado. Decía que la religión es un producto que sale del interior de una comunidad sana y que no viene de afuera. A la pregunta de si hay una sola religión verdadera y las otras son falsas, él contesta que las religiones son el producto natural de la intuición de cada comunidad y por lo tanto, cada religión es la verdadera para la comunidad que la produjo. Para él, el judaísmo es la creación del pueblo judío y de nadie más. El judaísmo es lo que el pueblo judío quiere que sea. El judaísmo es más que una religión, es una civilización.

Por: Marcos Gojman
Bibliografía: Conservative Judaism de Neil Gillman y otras fuentes.

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