Desde el inicio del judaísmo rabínico hasta mediados del siglo XX, todos los rabinos habían sido hombres. Esto cambió con la llegada de los movimientos liberales, quienes empezaron a ordenar mujeres rabinos de manera institucional desde 1972, cuando fue ordenada la primera mujer rabino reformista. El judaísmo reconstruccionista y el conservador lo hicieron pocos años después.
La corriente ortodoxa se ha opuesto completamente a aceptar que una mujer puede ser rabino. Pero desde hace algunos años se empiezan a dar cambios en esta rama del judaísmo. Aunque el término ortodoxo significa: “el que sigue fielmente los principios de una doctrina”, en nuestros días han surgido voces de cambio dentro del ámbito ortodoxo. Una de esas voces es la de Abraham “Avi” Weiss, un rabino ortodoxo moderno que recibió su título de Yeshivah University.
Weiss acuñó el término “Ortodoxia Abierta” en 1997, para describir una forma de la ortodoxia que, manteniendo su completa adherencia a la Halaja, se abre intelectualmente al mundo secular, se preocupa por todos los judíos sin importar su afiliación u observancia religiosa y busca darle a la mujer un papel más preponderante en la práctica religiosa. En 1999, después de renunciar como maestro en Yeshivah University, Avi Weiss funda la Yeshivah Jovevei Torá para formar rabinos ortodoxos con este nuevo enfoque. En 2006 Weiss busca el reconocimiento del Rabbinical Council of America, la institución que agrupa a los rabinos ortodoxos modernos, pero no lo consigue.
En 2009 funda la Yeshivat Maharat para entrenar a mujeres para ser “maharat”, las iniciales de “Manhigah Halajtit Rujanit Toranit”, que en hebreo quiere decir “Líder en Torá, Halajá y Espiritualidad”, un término ideado para referirse a mujeres entrenadas como rabinos. Sara Hurwitz fue la primera mujer en ser ordenada “maharat” y en 2010 cambió su título a “Rabba”. Este movimiento también se ha dado en Israel. En 2015, Jennie Rosenfeld se convirtió en la primera mujer ortodoxa en dirigir la comunidad de Efrat como “manhiga rujanit”, líder espiritual.
Otro cambio promovido por la ortodoxia abierta es el del “minyan en sociedad”, un grupo de rezo que maximiza la participación de las mujeres. En estos grupos, el tener minyan implica tanto tener diez hombres como tener diez mujeres para poder rezar. Esto empezó en 2002, en los Estados Unidos y en Israel. El “minyan en sociedad” es un grupo comprometido a observar la halaja, por lo que tiene una mejitzah que separa a hombres y mujeres y rezan de acuerdo a las reglas ortodoxas, pero permiten que las mujeres lean la Torá, reciban una aliyah y rezen los Psukei D´zimrah.
Avi Weiss nos dice: “El judaísmo ortodoxo abierto busca incluir más a las mujeres en los rituales y en el liderazgo espiritual, incluir más a aquellos con preferencias sexuales diferentes, incluir y facilitar más a aquellos que quieren convertirse al judaísmo. Buscan encontrarse en un diálogo con judíos de otras denominaciones e inclusive con gente de otras religiones”. El rabino David Hartman decía: “Crecí en un hogar donde para ser piadoso no necesitaba de alguien a quien odiar, donde me sentía cerca de Dios sin la necesidad de decir: él no me gusta, yo no voy a su shul” [sinagoga en Yidish]. Es la diferencia entre el arca de Noe, cerrada y aislada, y la tienda de nuestros patriarcas Abraham y Sarah, abierta de los cuatro lados.
Por: Marcos Gojman
Bibliografía: Artículos de Avi Weiss, David Suissa, Moshe Averick y otras fuentes.