47 El Pueblo del Libro.

El Talmud en Bava Basra (21ª) nos dice: “Y Rav Yehuda dijo en el nombre de Rav: En efecto, tenemos que recordar a ese hombre, a Yehoshua ben Gamla, de una manera favorable, porque si no hubiera sido por él, la Torá se habría olvidado en Israel. Originalmente, si un niño tenía a su padre, este le enseñaría Torá, pero aquel que no tenía papá, no podría haber estudiado la Torá. Por lo tanto los sabios decretaron el que se establezcan maestros en Jerusalem, para que cualquier joven pueda ir a estudiar ahí y aprender la Torá. Como está dicho (en Isaias 2:3)”Y de Zion saldrá la Torá”. Pero como no todos podían ir a Jerusalem así fue que Yoshua ben Gamla decretó que las autoridades locales deberían instalar maestros en cada provincia y en cada pueblo y que debían traer a los niños de seis y siete años a que esos maestros les enseñen.”

Los estudiosos ubican a la takana (decreto rabínico) de Yehoshua ben Gamla en los años 63 a 65 de la era común, antes de la destrucción del Segundo Templo. ¿Qué implicó la takana? Ni más ni menos que el establecer los cimientos del sistema de educación obligatoria para todos los varones judíos a partir de los seis años. Las implicaciones religiosas, económicas, culturales y políticas fueron enormes y las vivimos hasta nuestros días. Y esto es aún más impresionante si entendemos que en esa época  el resto de la humanidad era mayormente analfabeta y solo las clases políticas dominantes podían leer y escribir. El Judaísmo se convirtió en una religión alfabetizadora.

Pero este decreto tuvo un alto costo. Mandar a educarse al hijo implicaba una pérdida económica importante ya que se perdía mano de obra en los trabajos del campo y además había que pagarle al profesor y comprar libros, ya que la educación no era gratuita. Muchos campesinos no querían o no podían hacerlo, además de que no les representaba ningún beneficio económico. Y la consecuencia fue que al no poder estudiar Torá, empezaron a abandonar la práctica del Judaísmo y a convertirse a otras religiones. Se calcula que de los 5 a 5.5 millones de judíos que existían en el año 65 de nuestra era, bajaron a 1-1.2 millones en el año 650. Claro que la asimilación no fue el único factor que ocasionó la pérdida de población, pero si fue el más importante.

Pero por el otro lado, el tener una población alfabetizada le dio enormes beneficios al pueblo Judío. El saber leer y el haber recibido educación, facilitaron el paso de una población rural a una urbana que se empezó a dedicar al comercio, los oficios, la medicina  y las finanzas. Y esto se reflejó en una mejoría notoria de la situación económica del judío que pudo y quiso mandar a sus hijos al Beth Sefer, la casa del libro, como se le llama a la escuela primaria.

Rabi Yehoshua ben Gamla seguramente no pensó que su Takana afectaría de una manera tan radical el desarrollo del  pueblo judío, pero sin lugar a dudas ese fue el resultado. A esta Takana le debemos en gran parte, el ser “El Pueblo del Libro”.

Preparado por Marcos Gojman.

Bibliografía: The Chosen Few (Los pocos escogidos) de Maristella Botticini y Zvi Eckstein.

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