El Judaísmo enfatiza que los que tienen, cuando le dan a los que no tienen, no están haciendo un acto de caridad sino de justicia. También al hacerlo, no le otorga un sentido de superioridad al que da, sobre el que recibe. La Torá se refiere al que recibe como “tu hermano” para enfatizar que es alguien igual a ti.
En el libro de Salmos, 41:1 está escrito: “Bendito es el que considera a los pobres” y el Talmud lo interpreta en el sentido de que debemos dar, al mismo tiempo que valoramos cual es la mejor ayuda que le podemos prestar a determinada persona. También la literatura rabínica habla de que el dar debe hacerse de forma anónima o en secreto, para no humillar al que lo recibe. En época del Templo existía una caja de caridad administrada públicamente, lo que mantenía en el anonimato tanto al que daba como al que recibía.
Maimonides fijó las enseñanzas de los rabinos sobre este tema, con su lista de los ocho grados de caridad. En orden ascendente son los siguientes:
- Dar a regañadientes.
- Dar con gusto pero menos de lo que podrías dar.
- Dar sólo cuando te lo piden.
- Dar antes de que te lo pidan
- Dar de tal manera que el que recibe sabe quién se lo dio, pero el que da no sabe quién lo recibió.
- Dar de tal manera que el que da sabe quién lo recibe, pero el que recibe no sabe quién se lo dio.
- Dar de manera anónima a una institución de beneficencia de la comunidad.
- Ayudar a alguien que se ha empobrecido a levantarse, dándole un regalo o un préstamo, asociándolo en un negocio o ayudándola a encontrar un trabajo.
El dar Tzedaka es una de las mitzvoth que más valor le da la tradición judía. En el tratado de Bava Batra (9ª) los sabios dicen que vale tanto como todas las otras mitzvoth juntas. Sin embargo, las buenas acciones, Guemilut Jasadim, son éticamente superiores a Tzedaka, ya que implica el involucrarse personalmente y no es sólo “caridad de chequera”, además de que las buenas acciones se hacen para pobres y también para ricos.
Tzedaka sin lugar a dudas, pertenece al grupo de mitzvoth “Bein adam lejavero”, las mitzvoth éticas. Y si se hace de manera correcta, nadie debería de enterarse ya que a final de cuentas, es sólo un acto de justicia.
Preparado por Marcos Gojman.
Bibliografía: The Jewish People, their history and their religión, de David J. Goldberg y John D. Rayner.