Para Gabriel.
Nuestra tradición reconoce, que muchas veces la forma de relacionarnos con la fe no es siempre algo racional sino emocional. Por ejemplo, una mirada a la naturaleza que te deja sin aliento o un acto de amabilidad inesperado que nos toca de una manera profunda, representan esos momentos de espiritualidad que nos llena el alma.
Algunas veces es el nacimiento de un hijo. Un hijo emerge al mundo y a pesar de la presencia de enfermeras, doctores, máquinas, familiares y todos los elementos que intervienen en un parto moderno, sabemos en el fondo que estamos presenciando un milagro. Vemos a nuestro hijo y reconocemos que todos los tratados de biología del mundo no pueden explicar este nuevo comienzo. Mecemos en nuestros brazos no simplemente a otra persona, sino a un ser con un valor infinito y un enorme potencial. Mecemos una parte de nosotros mismos y sabemos que si somos afortunados, esta parte de nosotros va a sobrevivirnos. De repente, tenemos un pequeño pedacito de inmortalidad. Y nos preguntamos: ¿Quién se va a acordar de nosotros? ¿Cómo se va acordar de nosotros?
La pregunta ¿crees en Dios? no es una pregunta central en el Judaísmo. No que uno no se lo pueda preguntar. Pero el Judaísmo pone el énfasis en otro punto, no tanto en el creer sino en el tener fe. No es tanto el demostrar la existencia de Dios, sino en sentir la presencia de Dios. No tanto en los argumentos filosóficos sobre Dios sino, como decía el gran filósofo y rabino Abraham Joshua Heschel, el vivenciar esos momentos de “admiración y asombro” (awe and wonder), momentos donde Dios de repente parece estar muy cerca.
El judaísmo no busca certeza en nuestro esfuerzo por conocer a Dios. Lo que busca es esa cercanía a Dios que nos da refugio, es ese sentir la presencia Divina, es un destello del amor de Dios. El camino para encontrar a Dios no es un camino fácil, ni predecible y ciertamente con obstáculos., pero está abierto a todos, a los que creen y a los que no.
Preparado por Marcos Gojman.
Bibliografía: God was not in the fire, the search for a spiritual Judaism del Rabimo Daniel Gordis.