44 El secreto del equilibrista.

Nuestros rabinos nos enseñan que el camino de la Torá es una senda muy angosta que tiene del lado derecho fuego y del lado izquierdo hielo. Quien sigue a la Torá debe estar siempre bien enfocado y balanceado, para evitar salirse del camino y caer en cualquiera de las dos direcciones, el hielo o el fuego.

A la derecha está el fuego, el fuego de la pasión religiosa que ha perdido el control de sí misma. Este es el fuego del celo religioso que resbala al extremismo, al fanatismo y a la exageración. Doblar a la derecha implica el renunciar a la capacidad de razonar que tiene una persona en favor de una relación trascendente y mística con Dios. Sin embargo, con la suspensión del uso de la razón, se tiene la posibilidad de seguir a dioses falsos y creencias supersticiosas.

A la izquierda está el hielo, el hielo del escepticismo, del racionalismo descabellado. El calor de la Torá se pierde, se niega su belleza interior y su poder. Moverse a la izquierda implica renunciar al sentido espiritual de una persona a favor de una fría visión filosófica de la vida. Con el aumento del hielo se tiene la posibilidad de vivir sin haber podido nunca confrontar y experimentar a Dios.

Vivimos en una época en que cada vez es más difícil caminar en la senda de la Torá de una manera enfocada y balanceada. La intensidad del fuego en la derecha ha creado una religiosidad caracterizada por el extremismo, el oscurantismo y el autoritarismo. Somos testigos de una cómoda conformidad en el pensamiento, en la conducta y hasta en la manera de vestirse. Miles de personas dejan de pensar a cambio de seguir los dictados de sus “rebes” u otras autoridades halájicas. Kabalistas y pseudo-kabalistas se aprovechan dando amuletos, hilos rojos y bendiciones mágicas.

Las amenazas de la izquierda son igual de peligrosas. El secularismo tan extendido y el agnosticismo crean un enorme vacío. El sociólogo Peter L. Berger se refiere a esta condición moderna como “la espiritualidad en el vacío”. El vivir sin sentir la presencia de Dios es perder un aspecto vital y lleno de significado de la vida.

¿Es posible mantener una visión balanceada, intelectualmente sólida del Judaísmo? ¿Es posible   evitar el caer en el anti-racionalismo de la derecha o el super-racionalismo de la izquierda? Claro que sí. Podemos caminar por ese sendero de la Torá que descansa, por un lado, en los fundamentos clásicos de la Revelación Divina y por el otro en la premisa de que tenemos el derecho y la responsabilidad de cuestionarnos intelectualmente, en un espíritu de libertad y usando nuestra razón. Mantener ese equilibrio es el secreto.

Preparado por Marcos Gojman.

Bibliografía: Maimónides, Spinoza and Us, del rabino Marc D, Angel.

 

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