45 Una consulta con el Dr. Maimónides.

Sin duda la obra de Rabi Moshe ben Maimon, conocido como el Rambam o Maimónides (1138-1204), marca un parteaguas en la visión religiosa del Judaísmo. Su enfoque basado en la razón y el pensamiento filosófico, aportó una manera diferente de entender al Judaísmo. Entre sus muchas obras destaca su Mishneh Torah, tratado que nos permite entender de forma clara y ordenada los preceptos que nuestros sabios plasmaron en el Talmud. En Sefer Hamitzvoth toma los 613 mandamientos de la Torá, los explica y da reglas de cómo interpretarlos y llevarlos a cabo.

Pero es en su Guía para los Perplejos donde el Rambam nos presenta los preceptos del Judaísmo desde el punto de vista de la razón y el lenguaje filosófico. En ella demuestra que se puede llegar a la misma Verdad, así con mayúscula, tanto por el camino de la razón como por el camino de la religión.

En el libro tres, capítulo XII de La Guía para los Perplejos, Maimónides nos habla de que el sufrimiento tiene tres orígenes. El primero es el que le viene al hombre por estar sujeto a génesis y destrucción. ¿Qué quiere decir esto? Todos los seres vivos de la naturaleza nacen y mueren. Es una regla de la cual ninguno se escapa. Es la forma que tiene la naturaleza de renovarse y de que los seres viejos den su lugar a los jóvenes. Y para que esto se dé, la naturaleza tiene muchos caminos: enfermedades de todo tipo, accidentes, terremotos, incendios, inundaciones, etc.

El segundo es el que se origina de las otras personas. Es la conducta del otro la que nos puede afectar y hacernos sufrir ya sea físicamente o sicológicamente.  El daño que provoca la delincuencia, los malos gobernantes, las guerras y cualquier persona en general pueden ser la causa del dolor de muchos. Dolor que puede terminar hasta en la muerte.

El tercero son los males que se causa uno a sí mismo, por nuestra manera de actuar. Puede ser un daño físico, como aquellos que fuman o beben mucho, o puede ser sicológico, como los trastornos de la personalidad. Maimónides amplia este concepto y nos explica que este mal proviene de desear cosas innecesarias para la preservación del individuo y de la especie. El deseo no tiene límites y el satisfacerlo a toda costa nos lleva a actuar de una manera que nos puede dañar.

Saber el origen del sufrimiento nos ayuda a entenderlo y a tomar una actitud proactiva para evitarlo hasta cierto punto, para mitigarlo o para soportarlo con un mejor ánimo. Por eso, cuando sufres por algo, consulta al Dr. Maimónides.

Bibliografía: por Marcos Gojman.

Bibliograf’ia: Maimónides, Spinoza and Us, del rabino Marc D, Angel y Guía para los Perplejos de Maimónides.

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