68 Necesitamos más rabinos como Hillel.

Hay infinidad de ejemplos a lo largo de los textos rabínicos donde líderes religiosos toman posturas audaces en contra de lo que ellos percibían como mandamientos halájicos moral o socialmente problemáticos. Uno de ellos fue Hillel, una de las figuras más prominentes de la época de la Mishnah y el Talmud. Hillel demuestra tener una personalidad sensible y valiente. Siguiendo le herencia espiritual de Abraham, Hillel confía en su propio juicio moral y actúa en consecuencia.

Deuteronomio 15:1-3 nos dice: “Cada séptimo año debes practicar la cancelación de las deudas. …Cada acreedor debe cancelar la deuda que reclama de su compañero que le debe…” Este versículo dictaba la cancelación de las deudas en el año sabático dentro de la comunidad judía. La ley de “shemitat kesafim” buscaba reducir la dependencia económica entre los diferentes sectores de la sociedad judía.

Sin embargo, lo que realmente sucedía en la sociedad judía, no concordaba con el espíritu del precepto. En el año antes de la Shemita, los prestamistas rehusaban prestar dinero a los necesitados. Una ley que tenía la intención de ayudar a los necesitados, en realidad estaba impidiendo que recibieran la ayuda que requerían.

Hillel se dio cuenta del problema y diseño el mecanismo del “Prozbol”. El Prozbol era un documento donde el acreedor le transfería a los jueces de la corte rabínica el pagaré donde se especificaba una cierta deuda y estos se comprometían a devolverle a su legítimo dueño el dinero después de cobrarlo. (BT Gittin 36ª).

Hillel actuó de manera espontánea basado en lo que vio. No esperó que la realidad se ajustara a ideales elevados ni esperó a tener el permiso divino o el de los sabios. La concepción del Prozbol de Hillel concordaba con la actitud de los Tanaim, el grupo de rabinos de la Mishnah, de dar una respuesta acorde a las circunstancias. Pero esta actitud cambió con los Amoraim, los rabinos de la Guemarah que estaban estupefactos por la interpretación de Hillel. Generaciones posteriores de sabios, estaban incrédulos ante la audacia de Hillel. ¿Cómo es posible que si la Torá ordenaba que se cancelaran las deudas al séptimo año, Hillel ordenaba lo contrario? El sabio Abaye, en el mismo versículo del Talmud, lo justificaba diciendo que Hillel “actuaba de acuerdo con el año sabático de su tiempo”.

Quedan muchos mandamientos problemáticos por resolver. Uno es el de las Agunot, aquellas mujeres que por diferentes circunstancias no se pueden volver a casar. Otro es el de la prohibición de las relaciones homosexuales (Levítico 18:22). Para ello se necesita una autoridad rabínica con audacia y sensibilidad a las circunstancias de estos tiempos. Se necesita otro Hillel.

Preparado por Marcos Gojman
Bibliografía:“From Defender to Critic” del Rabino David Hartman.

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