73 Metáforas: Estar como mango no es estar como mango.

Los teólogos usan diferentes términos para entender el status de la representación humana de Dios. Les llaman analogías, símbolos o más comúnmente metáforas, en el sentido literal de la palabra que viene del griego y quiere decir transferir o trasladar. Una metáfora es una figura del lenguaje donde el significado común de una palabra se traslada a otra realidad y donde se puede entender solo de manera implícita. Las metáforas abundan en nuestro lenguaje diario. El león es “el rey de las bestias”, estamos en el “crepúsculo de nuestra vida”, se “cayó el mercado”, fueron culpables de “lavado de dinero”, etc. Todas estas palabras adquieren un significado distinto al literal, de acuerdo al contexto en que están usadas.

Maimónides nos dice que nuestra manera de hablar de Dios es totalmente metafórica: “Que quiere decir: “debajo de sus pies” (Exodo 24:10), “escrito con el dedo de Dios” (Exodo 31:18), “los ojos de Dios” (Genesis 38:7)…Todas estas expresiones se adaptan a la capacidad mental de la humanidad que tiene una clara percepción de lo que es físicamente un cuerpo. La Torá habla en el lenguaje del hombre, pero todas estas frases son metafóricas.”(Mishneh Torah 1:9).

Maimónides se refiere a nuestra práctica habitual de antropomorfismo, o sea, a concebir a Dios con forma humana. Nada más piensen en la pintura de La Creación de Miguel Ángel en la capilla Sixtina, donde un viejito (Dios) toca con su dedo a Adán. Por lo tanto, no debemos de olvidar que estas descripciones de Dios no se deben tomar de forma literal sino metafórica y no solo en el caso de sus atributos físicos, sino también los de su “personalidad” (otra metáfora) como cuando los profetas nos hablan de que Dios se “enoja” (Jeremias 7:19).

Maimónides, un racionalista por excelencia, decía que era una herejía pensar que Dios tiene cuerpo, sentimientos y que se comporta como los seres humanos. Dios no es el que literalmente “escucha” las plegarias, “habló” en el Sinai o “ve” la conducta humana. Todas estas expresiones son la manera de entender que tiene el hombre de una realidad que trasciende el entendimiento y conocimiento humano.

Pensar y hablar de Dios, es pensar y hablar metafóricamente. Debemos aceptar este hecho y entender sus implicaciones. Porque hablar con metáforas es cuando una palabra puede tomar cualquier significado. Por eso estar como mango no es estar como mango.

Preparado por Marcos Gojman.
Bibliografía: “The Jewish Approach to God” de Rabi Neil Gillman.

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