39 El Talmud: El mejor aerobics para el cerebro.

En un espacio tan corto como este, es casi imposible presentar las principales características del Talmud de una forma resumida. El Talmud es difícil de describir porque no hay ninguna otra obra con la que se le pueda comparar. Enraizado en la Biblia, está lleno de versículos bíblicos y repetidamente cita a la Biblia como la fuente básica para tomar sus decisiones. Pero no es un comentario bíblico ni un código legal. Su naturaleza es de tipo enciclopédico pero no es una enciclopedia.  Es el producto de muchos individuos y editores y no es el trabajo de un sólo individuo ni de un solo grupo. El Talmud contiene muchos casos de orden jurídico, pero es más que un tratado legal. Contiene el dando y dando de las discusiones con sus argumentos y también los comentarios al margen que no tienen nada que ver con lo que se estaba discutiendo.  Incluye temas éticos y prácticas religiosas y litúrgicas, leyes que regulan la vida personal, comercial y agrícola, la organización comunitaria y la ayuda social.

Las discusiones talmúdicas no son concisas, no van al punto. Pueden incluir muchas cosas que los rabinos y sus discípulos mencionan como resultado de haber citado una mishnah: sus reacciones, explicaciones, discusiones, deliberaciones, historias que llegan a su mente, referencias a opiniones de otros  o de otras fuentes. Por lo mismo, el Talmud no es una obra que se puede leer simplemente. Se tiene que estudiar.

Estudiar el Talmud no es fácil, pero es una experiencia extraordinariamente estimulante y retadora desde un punto de vista intelectual y emocional. El Talmud es una obra que nos desafía y que debe ser explorada e investigada con energía, tenacidad y compromiso. El Rabino Adin Steinzaltz dice: ”El Talmud está enmarcado en preguntas y respuestas. Externar nuestras dudas no solo es legítimo sino esencial para su estudio. El Talmud es quizás la única obra sagrada en el mundo que no solo permite sino que alienta al estudiante a cuestionarla. El verdadero conocimiento solo se puede alcanzar a través de una comunión espiritual, donde el estudiante debe participar intelectual y emocionalmente en el debate talmúdico”. Es, sin lugar a dudas, el mejor aeróbics para el cerebro y la mente.

Preparado por Marcos Gojman.

Bibliografía: Embracing Judaism, del Rabino Simcha Kling revisado por Carl M. Perkins.

 

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